Por Miguel Ángel Contreras Mauss
Córdoba.- El municipio de Zentla es reconocido como el primer pueblo italiano del País. La presencia italiana data de al menos cuatro siglos y se remonta a apenas unas décadas después de la llegada de los conquistadores españoles en 1521.
Ubicado en la Región Montañosa Central, Zentla de vocablo náhuatl compuesto por los radicales Cintli, que significa maíz y Tlan, indicativo de lugar, lo que se traduce como “Lugar del Maíz”, es llamado también “La Colonia” ; su territorio fue creada la Colonia Manuel González, poblada en 1882 por emigrantes italianos originarios del Trentino el 19 de octubre.
En este pequeño poblado existe a una de las casas mas antiguas del municipio en la comunidad de La Reforma, propiedad de la señora Catalina Demenegui, la cual data aproximadamente de los años 1900 y que guarda en sus paredes de piedra parte de la historia de la inmigración italiana.
Aunque actualmente está dañada por el paso de los años, aún en pie. Construida de piedra de río, tabique rojo y madera, está vivienda aún guarda en su interior tesoros añejos.
Una de las familias que llegó a este municipio fue la de Agustino Demenegui, quien debido a las inclemencias del tiempo en la zona serrana de Italia, donde vivía, decidió migrar.
Agustino por asuntos personales regresó a Italia en el año 1898, año en el que falleció a causa de apendicitis, sin poder ver a sus cuatros hijos que se quedaron viviendo en México.
Los hijos al quedar en orfandad, estos a través de los años se enamoraron y formaron una familia, quedándose a vivir en el municipio de Zentla, y por sus méritos de trabajadores y respetuosos lograron tener propiedades.
El joven Florindo era conocido como una de los habitantes bastante inteligente, puesto que comenzó a dar clases en la comunidad de la Colonia Manuel González, lo que le generó recursos para comprar la casa en la congregación La Reforma al terrateniente Marcial Pulido en el año 1905.
La vivienda ya contaba con muchos años de antigüedad, lugar donde al menos 10 generaciones de italianos estuvieron habitándola, hasta que Florindo se asentó con su familia, trabajando en el ganado, siembra de café, maíz, frijol, a la crianza de caballos y por si fuera poco, logró construir un trapiche.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas, porque a la llegada de la Revolución, Florindo tuvo que ocultar sus cosechas y animales, ya que los soldados solían robar el ganado y los granos, asimismo se ocultaban para impedir que sean atacados por los revolucionarios que buscaban todo lo necesario para subsistir en la guerra.
Al recorrer la morada se puede visualizar que anteriormente había un balcón, el segundo piso, los cuartos, la cocina y el sótano; la cual albergaba una infinidad de historias, siendo esta uno de los recuerdos de la bella arquitectura de aquellos tiempos, pese a que esta se encuentra deteriorada, ya ninguna autoridad se ha preocupado en darle el mantenimiento necesario.
Asimismo, en la parte de la sala de estar se pueden ver diferentes retratos de los integrantes de las familias precursoras que llegaron de Italia; además de que aún se conserva el monumento de la Virgen Monte Grappa Italia, la cual es la más venerada en Italia, por sus promesas cumplidas y sus apariciones en aquel país.
Una de las partes más importantes es la fachada trasera, donde los colonos sembraban sus propias uvas, la cual al llegar a la madurez requerida, se preparaban artesanalmente sus vinos, para disfrutarlo después de una jornada de trabajo en el campo, y en el espacio del balcón, observando la fauna que rodeaba a la morada.
La colonización italiana del siglo XIX fue sin duda el suceso más relevante en el desarrollo histórico, político, demográfico y económico del municipio de Zentla. Entre otras consecuencias, trajo el asentamiento, en el territorio municipal, de centenares de colonos, con el consiguiente incremento demográfico (poblacional); la fundación de varios centros de población, entre ellos Manuel González (año 1882), y el posterior traslado de la cabecera municipal al mismo (en 1895).
